Radares de tramo: entraron en servicio los primeros españoles

Los túneles de Guadarrama (Madrid) y de Torrox (Málaga) son los dos primeros recorridos controlados por los llamados radares de tramo en España. El control de la velocidad por tramos constituye un sistema complementario que busca superar algunos de los límites de los controles con radares fijos y móviles. Consiste en dos cámaras, situadas, una al comienzo y otra al final del tramo a controlar. Estas graban a todos los vehículos que pasan, registrando la patente y la hora en que lo hacen. La información es recogida por un sistema informático que calcula el tiempo que tardó en el recorrido y la velocidad promedio de circulación de cada vehículo. Cuando esta última excede la máxima permitida, el sistema remite por fibra óptica los datos de la infracción a un Centro de Denuncias Automatizadas que emite la primera notificación al titular del vehículo para que éste identifique al conductor responsable de la infracción, quien recibirá la notificación de la multa, en el caso español, de 600 euros.
En Holanda, Gran Bretaña e Italia también se utiliza, siempre en tramos cortos, como complemento de los controles con radares fijos y móviles los que se usan intensamente y dentro de un sistema de controles intensos y sanciones ejemplificadoras.