Perdiendo el control: otra vez 9 jóvenes murieron en las rutas argentinas

En ambos casos volvían de bailar

Perdiendo el control: otra vez 9 jóvenes murieron en las rutas argentinas.

Dos siniestros opacaron el último fin de semana en Mendoza y Tucumán. 9 jóvenes murieron y 6 resultaron heridos cuando perdieron el control de sus vehículos. Ninguna de las víctimas llevaba puesto el cinturón de seguridad. ¿Qué papel jugó el alcohol?

 

accidenteguaymallen_270611.jpg accidente_famailla_270611.jpg
En este auto viajaban 6 jóvenes mendocinos Y este vehículo llevaba a 9 jóvenes tucumanos
Créditos fotografía: Marcelo Álvarez para El Sol Online, Mendoza (www.elsolonline.com) Créditos fotografía: Franco Vera para La Gaceta, Tucumán (www.lagaceta.com.ar)

 

El primer siniestro ocurrió a las 6 de la mañana del viernes en Guaymallén, Mendoza, cuando 6 jóvenes de 20 años regresaban de bailar. Según las crónicas periodísticas, el conductor circulaba a gran velocidad y habría perdido el control del vehículo en una curva. Finalmente impactó contra un árbol y 4 ocupantes murieron en el acto. La quinta víctima falleció en el hospital y un joven continúa en terapia intensiva.

En el caso de Famaillá, Tucumán, en la madrugada de hoy, 9 jóvenes viajaban en un Chevrolet Corsa. El conductor perdió el dominio sobre el auto y colisionó contra la baranda de un puente, dando varios giros y tumbos. 4 personas murieron y 5 resultaron heridas, 3 de ellas de gravedad.

¿Cuál es el triste denominador común? Jóvenes de entre 20 y 30 años que luego de divertirse, se suben a un auto, apiñados y sin cinturón de seguridad. ¿Habrían bebido? No se sabe.

“Si nos ponemos el cinturón, no entramos”, ¿habrán pensado? En el afán de amistad los jóvenes olvidan que así condenan a todos sus amigos a una muerte segura en caso de colisión.

En ambos accidentes, los autos siniestrados fueron los únicos partícipes de la tragedia. Ningún tercero fue responsable por los choques. ¿O sí? ¿Controles de tránsito podrían haberlos parado y así evitar lo sucedido?

Otra vez la misma conclusión: cada vez más jóvenes mueren producto de la falta de seguridad vial. Nos estamos quedando sin juventud en una guerra que cada vez se lleva más vidas. Y el enemigo somos nosotros mismos.

 

Luchemos por la Vida