La Unión Europea exige mejores carreteras para cumplir el reto de reducir muertes.

Una directiva europea ordena que prevalezcan los criterios de seguridad viaria por encima del trazado. La Generalitat avisa de que "siempre" habrá trabajo para eliminar tramos de concentración de accidentes, informó El Periódico de Cataluña.
La UE ha marcado un reto complicado para la próxima década: un descenso de otro 50% en el número de muertes en la carretera. Otro. O sea, que los países -hubieran alcanzado o no esa reducción en el período 2000-2010- deberán bajar a la mitad sus fallecidos en la red viaria. En España se cumplió el objetivo y, en Catalunya, se hizo de sobras, ya que la disminución alcanzó el 60,61%. Pero, ¿cómo lograr el nuevo propósito? Europa acaba de dar alguna pista: vigilar el estado de las carreteras.
El Consejo de Ministros aprobó el 11 de marzo un real decreto según el cual, a partir de ahora, cada vez que se planee una nueva infraestructura vial se tendrán que tener en cuenta los criterios de seguridad viaria por encima de los de trazado, por poner un ejemplo. El director general de Carreteres de la Generalitat, Jordi Follia, que ahora deberá aplicar esta norma en los proyectos que sean de su competencia, interpreta: "Ya en el estudio informativo, se reclamará que se elija una alternativa por encima de otra en función de si reviste más o menos peligro".
Esta iniciativa responde principalmente a la evolución que ha tenido el tratamiento de los otrora considerados puntos negros. Los expertos en carreteras, pero también en tráfico, coinciden en denominarlos tramos de concentración de accidentes. No es tan sólo una cuestión de nomenclatura, sino también de concepto. A la hora de estudiar en qué lugares se producen hoy en día los siniestros mortales se analizan varios kilómetros. Si lo hace la Generalitat, es cada kilómetro (una vez cada tres años). Si lo hace EuroRAP, que examina el riesgo de sufrir un siniestro en alrededor de la mitad de la red catalana, es cada 20 kilómetros.

 

Dos acciones a imitar. 1) Comprometerse a bajar un 50% los muertos en el próximo decenio. 2) Privilegiar, en las nuevas carreteras, la seguridad.