Intendente muere en accidente de tránsito. Viajaba sin cinturón de seguridad.

El intendente del partido de 9 de Julio, Martín Darío Callegaro (PJ), de 39 años, murió anteayer al chocar su auto contra un camión Mercedes Benz en la ruta nacional 5, cerca de la ciudad de Mercedes. Ocurrió a las 23.30, cuando regresaba de la Capital en un Ford Escort azul, conducido por el secretario del PJ en el Concejo Deliberante, Daniel De Sogos. Volvían de un acto, en la Casa Rosada, por la firma de un crédito con el Banco Interamericano de Desarrollo.A siete kilómetros de donde murió, hace casi cuatro años -y también en un accidente-, su padre, el ex diputado Héctor Martín Callegaro encontró la muerte al chocar con un camión, informó la policía. La colisión se produjo en el paraje Monte Chico, un sector de curvas y contracurvas, y al momento del accidente las condiciones de transitabilidad eran buenas. Callegaro murió instantáneamente. No iba con cinturón de seguridad, informó el municipio. De Sogos resultó ileso.

Vemos a diario en los medios televisivos y gráficos a políticos de todo rango que circulan en vehículos sin usar el cinturón de seguridad. Deducimos que muchos de ellos conducen cansados, luego de arduas jornadas de proselitismo y/o negociación política, tal vez alcoholizados luego de almuerzos y/o cenas de trabajo o sociales, a excesiva velocidad, apurados por cumplir con agendas abigarradas o deseosos de llegar a casa después de todo un día de acción. Por supuesto, dado que el hecho de haber sido ungidos por el voto popular no los exime de los riesgos del tránsito, muchos de ellos no llegan a su destino. Mueren en el camino o terminan en el hospital. Y dejan al pueblo con sentimientos de pena y decepción . Pena por la pérdida o el sufrimiento humano de alguien que es querido por muchos y decepción porque ignoraron los riesgos y las normas de tránsito, las leyes que existen en nuestra Nación para el cuidado de los ciudadanos y para una mejor convivencia social. Que tal vez podrían haberlo salvado a él y a los otros 20 muertos de cada día, víctimas de accidentes evitables. Lamentable, en todo sentido.