EXCESO DE VELOCIDAD + NO USO DEL CINTURÓN = SIETE MUERTOS MÁS

Cuatro adolescentes murieron y otros tres resultaron heridos, en Bariloche. El auto en el que se trasladaban se despistó, chocó contra un árbol y se desbarrancó frente a las costas del lago Nahuel Huapi. Según los testigos iba a gran velocidad, posiblemente corriendo picadas.

Tres personas murieron y otras dos resultaron heridas, en Panamericana, a la altura del Km 66, localidad de Otamendi. Las víctimas mortales, que se trasladaban en una camioneta, fallecieron en el acto al chocar con un camión. Ninguno tenía puesto el cinturón de seguridad, según fuentes policiales.

Nuevamente la imprudencia, el desprecio por la vida propia y por la de los demás. Estas muertes eran evitables simplemente cumpliendo las normas, y haciéndolas cumplir.

En estos casos como en muchos otros que se multiplican por todo el país, no acatar la ley y conducir irresponsablemente incumpliendo las normas básicas de seguridad vial, en ausencia de autoridades que controlen y sancionen de acuerdo a sus obligaciones y facultades, es igual a muerte.