Bicing: Los peligros de andar en bici por Buenos Aires

En el día de ayer, el gobierno de la ciudad, inauguró el sistema de bicing, tres estaciones y cien bicicletas a disposición de los vecinos para circular por donde se quiera. Según datos oficiales, fueron 107 los viajes realizados y alrededor de mil aquellos que se registraron personalmente y por Internet.

Periodistas de diferentes diarios, entre ellos La Nación, circularon por el recorrido que une las estaciones del bicing , en las cuales se encuentran disponibles algo más de 30 bicicletas, de la Facultad de Derecho hasta la Aduana. En la recorrida pudieron corroborar diferentes problemas que el ciclista debe afrontar en su periplo: el tránsito caótico, los cruces de vía con calles en mal estado, la ciclovía que desaparece o está obstruida por vehículos estacionados.

El primer tramo es ideal para movilizarse: los parques de un lado y Figueroa Alcorta del otro, pocos peatones y una vereda ancha. Cuando se acerca a Retiro, el último tramo, demarcado sobre la calle, aún no está terminado y la elección se limita a caminar con la bici por la vereda o a hacer unos metros de contramano por la calle (esto último no está permitido y es muy peligroso). Según La Nación, en Retiro resultó necesario informarse en la estación por dónde continuaba la ciclovía. Luego , las avenidas se transformaron en un nuevo escollo: los autos y camiones doblaban como si nadie estuviese adelante. La calzada, en mal estado, proveyó el mayor problema del trayecto: fue tal el golpe de la rueda delantera contra un pozo que aflojó el tornillo que sujeta el manubrio. Le siguieron 400 metros tranquilos por la vereda de la Av. Antártida Argentina hasta la Av. Córdoba. Allí, hay que bajarse del rodado y caminar hasta la calle Bouchard, donde retoma la ciclovía. Hubo que sortear un camión estacionado sobre la ciclovía y algunas motos por el carril. Luego se debe tomar La Rábida Norte y Madero sumándose a la ola de camiones o seguir de contramano por la calle donde estacionan los colectivos de la línea 159 (otra acción prohibida y peligrosa). En La Rábida Norte, más vehículos estacionados ignorando la circulación de ciclistas. Después, sólo restan 200 metros sobre la vereda de Paseo Colón que resultan complicados por la cantidad de peatones que transitan y el poco espacio disponible.

Estos resultan los principales escollos que el sistema de bicing, tendrá en esta ciudad, peor aún que el riesgo de robo de las bicis, o la poca cantidad de rodados y estaciones disponibles. La movilidad “sustentable” y “saludable”en bicicleta requiere una infraestructura segura y un orden que la ciudad no provee hasta hoy.