Reflexiones sobre el control fotográfico de los ciudadanos

El control de todos por todos, es en realidad un proyecto de Luchemos de larga data, que reiteramos a las autoridades desde hace más de 12 años.
Es positivo que todos se trasformen en controladores que los demás cumplan, empezando por el propio ejemplo, debiendo otorgarse a la gente una forma sencilla y práctica de obligar al otro a cumplir la ley.
En el mejor de los sistemas, las autoridades de control no pueden estar en todos lados; ni que hablar en Buenos Aires, donde da la impresión que no están en ninguno, a tal punto que cuando alguien sufre el abuso de otro en el tránsito, por ej., cuando se encuentra con un vehículo obstruyendo la salida de su garaje, o un camión atravesado en una encrucijada , cortando una avenida o calle como sería también en el caso de estacionar o cargar en lugar prohibido o peor aún en segunda fila, y quiere buscar a la autoridad (policía, agente de tránsito, etc) es probable que no la encuentre, o si lo logra, es posible que le diga que está para cuidar “el banco” , y que no está para eso.
Como sociedad debemos dar este paso de crecimiento, donde, a semejanza de otros países, en especial europeos, donde la calle ha dejado de ser , como en Buenos Aires, tierra de nadie donde se hace lo que se quiere con total impunidad, para empezar a ser un espacio común de todos, y que por ende todos cuidamos.
No tienen fundamento serio las reacciones y objeciones acerca de que sería la instalación de un sistema tipo “gestapo”, o que estimula la delación, denuncias por venganza, etc.


En realidad esas objeciones son síntomas de la grave enfermedad que padecemos, y que nos está matando socialmente, y es la de la trasgresión permanente e impune.


Los que no cumplen con nada que no les convenga, y viven perturbando y molestando con sus inconductas a los demás, pretenden seguir haciéndolo impunemente, pretendiendo pasar desapercibidos ante lo que llaman “delación”, cuando se trata más bien de una legítima denuncia.
Es que los trasgresores saben que gozan de permisibilidad ante la ausencia de la autoridad en general, impunidad que se podría acabar ante la posiblidad de ser fotografiados y denunciados por cualquiera.
Pero por otro lado, qué diferencia habría entre llamar a un agente de control (que posiblemente no venga) o tomar una fotografía y denunciar directamente la trasgresión? Qué otra solución le queda al ciudadano que cumple y es víctima de un atropello?


Para que el sistema propuesto funcione y cumpla sus objetivos es necesario que:

 

  • Se trate de un trámite sencillo, eliminándose cualquier requisito de concurrencia personal del denunciante a ratificar la denuncia, como se requería hasta ahora.
  • Se extienda a todas las infracciones, pues nada justifica que que se lo limite sólo a 3 ó 4, elegidas arbitrariamente. La ley vigente 451, en su artículo 13 no establece limitación en función del tipo de infracción.
  • Se otorgue al denunciado un adecuado derecho a la defensa, frente a la evidencia de una fotografía.(Tal vez podría legislarse una sanción para aquel que a sabiendas, realice una acusación falsa, alterando la prueba fotográfica).
  • Sería interesante mantener el secreto sobre la identidad del denunciante, limitándose el proceso a acreditar la verdad del hecho denunciado y su carácter de infracción.