revista "luchemos por la vida" - Año 4 - Nº 8

Niños y airbags

Las "airbags" o bolsas de aire son un éxito. Se han inflado en millones de accidentes, han salvado más de 1700 vidas, y han evitado muchas más lesiones serias. Pero como sucede con algunos medicamentos y otros éxitos de la salud pública, las airbags pueden causar efectos colaterales negativos. Casi todos ellos consisten en lesiones menores como raspaduras y magullones, poco significativos en comparación con las vidas que las airbags están salvando.

Pero algunas lesiones causadas por las airbags son serias, en algunos casos llegando hasta la muerte. Estas lesiones se producen cuando alguien está sobre, o muy cerca de una airbag en el momento en que ésta comienza a inflarse. Los niños ubicados en las butacas especiales para ellos y los niños que viajan sin cinturón de seguridad en el asiento delantero de un vehículo que tiene airbags para el acompañante son algunos de los que corren riesgos de sufrir lesiones e incluso la muerte.

1. Desde el primer paseo del bebé, coloque al recién nacido en el lugar más seguro: una butaca para niños, mirando hacia atrás, en el asiento trasero.

Asegúrese de que la butaca esté firmemente asegurada con un cinturón de seguridad y que el niño esté bien ajustado dentro de ella. Al principio, cuando el bebé es muy pequeño, quizá usted deba colocar una toalla enrollada alrededor de su cabecita para evitar que ésta se sacuda de un lado para otro.

Recuerde que atrás es más seguro, comparado con el asiento delantero, así que es siempre preferible para los niños. Muchos padres quieren poner a sus bebés recién nacidos en el asiento delantero, donde es más fácil verlos. Puede ser tentador poner al bebé al lado del conductor cuando éste es la única persona que viaja con él. Pero no lo haga, porque puede ser peligroso.

Pueden producirse conflictos cuando el bebé tiene alguna enfermedad o una situación en particular que requiere que sea observado constantemente. En estos casos, evite viajar a solas con el niño, por dos razones: una es el mayor riesgo de accidentes, si el conductor se distrae por estar constantemente prestando atención al bebé. La segunda es muy importante, y se trata de que, si el vehículo tiene una airbag para el asiento del acompañante, colocar al niño en un butaca mirando hacia atrás sobre el asiento delantero, donde es más fácil verlo, significaría ponerlo directamente en el camino de la airbag cuando ésta se infla, y la probabilidad de que el bebé sufra lesiones serias es muy alta.


No coloque al niño en la butaca mirando hacia atrás sobre el asiento delantero de un vehículo que tenga airbag para el acompañante, y tampoco trate de cambiar las cosas girándola para que el niño mire hacia adelante. Ubíquelo atrás, salvo que su vehículo esté equipado con un interruptor para "desconectar" la airbag. En ese caso, podría llevar al niño en el asiento delantero con la cabeza mirando hacia atrás. Algunas pickups son los únicos vehículos que poseen este tipo de interruptores en la actualidad, y se deben recordar dos cosas: desactivar la airbag si hay un niño sobre el asiento delantero, y controlar el estado de la airbag en cada viaje para saber si se debe reactivarla, en caso de que viajen personas mayores.

2. Los niños crecen muy rápidamente, y las butacas que utilizan los niños que ya empiezan a caminar son diferentes de las que utilizan los bebés.

Las butacas que miran hacia atrás son para bebés de hasta un año. Cuando éstos crecen demasiado para ese tipo de asiento, deberían pasar a otros que miren hacia adelante. Los mismos proveen una excelente protección cuando son utilizados en la forma adecuada, y como los que miran hacia atrás, deben ser colocados en el asiento trasero, no en el delantero. Algunos vehículos cuentan con este tipo de butacas incorporadas, lo cual facilita su uso.
Una vez que se ha ajustado la butaca, recuerde ajustar también al niño dentro de ella.

3. Los niños continúan creciendo, y en poco tiempo pueden utilizar los cinturones normales que vienen con los autos.

Algunas veces los niños pueden necesitar algún elemento que aumente su tamaño para que los cinturones de seguridad para adultos puedan sujetarlos correctamente también a ellos.

Una vez que los niños pasan a utilizar cinturones de adultos, recuerde utilizarlos bien. Si el mismo de es de tres puntos, no coloque la parte del cinturón que va en el hombro detrás del niño o bajo el brazo. No deje que el niño lo haga, tampoco, porque esto disminuye la protección. Si es necesario, consiga un almohadón o algo que ayude a que el niño se eleve y el cinturón se ajuste cómodamente en su hombro.

El cinturón de la cadera es igualmente importante. Colóquelo bajo y bien sujeto alrededor de la cadera del niño. No deje que se suba hasta el abdomen, donde puede convertirse en un peligro.

Asegúrese de que los niños mayorcitos, como los bebés, estén colocados atrás y lejos de la airbag en caso de que se infle. Idealmente, esto significa colocar a los niños en el asiento trasero. Recuerde luego asegurar al niño con un cinturón de tres puntos que ajuste bien. Además, los niños deben sentarse lo más atrás posible en el asiento, no hacia el borde, o inclinándose hacia adelante, por ejemplo, para ajustar los controles de la radio.

4. Las airbags no tienen porqué ser un riesgo para los niños, siempre que usted esté seguro de que los niños no estén ubicados de forma que una airbag pueda causarles daño cuando se infle.

En resumen, atienda a estos consejos seriamente, pero no se alarme. Recuerde:

a. Lo primero es utilizar la butaca correctamente. Que el niño viaje sin ser sujetado o estando mal sujetado en un vehículo siempre es el mayor factor de riesgo.

b. El lugar más seguro es el asiento trasero. Esto era así desde antes que se inventaran las airbags. Ahora es doblemente cierto. Los bebés y los niños no deben estar en el camino de las airbags cuando se inflan.

c. Averigüe si su vehículo, especialmente si es un modelo reciente, tiene airbag para el acompañante (controle el visor). De ser así, no utilice una butaca que mire hacia atrás en el asiento delantero. La única excepción es, si existe un interruptor, desconectar la airbag para el acompañante.

d. Cuando se trata de usar el cinturón normal, lo que sirve para los niños sirve para los adultos también. Así que no deje de utilizar el cinturón para usted mismo. Los cinturones son un importante factor de protección en caso de accidente. Además, mantienen a las personas en la mejor posición para que las airbags las protejan mejor. Otra razón para utilizar el cinturón es darle un buen ejemplo a sus hijos.

Las airbags combinadas con el uso de los cinturones de tres puntos son la mejor protección para la mayoría de las personas, pero este sistema está diseñado principalmente para los adultos. Los más jóvenes necesitan formas de sujeción especiales, y siguiendo las sencillas precauciones que hemos mencionado puede asegurar una protección óptima para todos.

(Traducido de "Kids and Airbags", Insurance Institute for Highway Safety, 1997)




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