revista "luchemos por la vida" - Año 6 - Nº 19
Editorial

A finales del año 2000, en este mismo espacio, dijimos "quiero destacar que si en el 2001 se hiciera todo lo mencionado, podemos asegurar que en pocos meses se reducirían a menos de la mitad todas estas muertes que no deberían ocurrir nunca más."

Pero como nada de todo ello se hizo, en un año más donde las autoridades a nivel nacional se desentendieron totalmente del tema de la seguridad vial, o sea nada hicieron (más aún, hicieron mucho en contra, como boicotear la campaña pública en TV y radio de Luchemos por la Vida) repetiré algunos de esos conceptos y actividades esenciales, que no se hiceron y no se hacen, y que explican que en el tercer milenio la Argentina tenga unos 7.000 muertos al año en accidentes de tránsito.

Porque las 7000 nuevas víctimas fatales del 2001 lo fueron como consecuencia, en muchos casos, de la negligencia grave propia o de otros involucrados en el accidente. Pero también esas muertes son responsabilidad de casi todas las autoridades vinculadas al tema, que debieron hacer, y no lo hicieron, o lo hicieron mal.

¿Qué es lo que no hicieron ?

En primer lugar, hacer cumplir estrictamente las leyes del tránsito, con especial énfasis en aquellas cuya vigencia real más vidas pueden salvar inmediatamente. Son “4 temas clave” para rutas y ciudades: velocidad, alcohol, cinturones, cascos.
a)límites de velocidad reales, muy controlados.
b)controles de alcoholemia generalizados y permanentes en rutas y ciudades, a toda hora
c)el uso del cinturón de seguridad en todos los asientos, tanto en rutas como en la ciudad
d)el uso de los cascos en motocicletas y ciclomotores (extendiéndolo a la bicicleta).
Repetiremos que sin controles eficaces y sanciones no lograremos la seguridad vial ni un tránsito medianamente civilizado.

Para esta asociación, que se dedica de lleno a la educación vial, está claro, a tenor de la experiencia del mundo desarrollado y las más modernas teorías educativas, que la sanción, sin privilegios ni excepciones, es parte necesaria de la educación.

Además, es imprescindible que de una vez por todas nuestros hijos reciban educación vial sistemática y continua en las escuelas de todo el país, asignatura pendiente por ley, desde hace l5 años.

Se deben acabar las licencias de conducir habidas de favor o por corrupción, y otorgárselas y renovarlas con una preparación para la conducción segura, y un examen acorde.

¿Se hará todo esto en el 2002 para salvar miles de vidas? ¿Que hará usted, Sr. funcionario de la jerarquía que sea, que tiene autoridad y responsabilidad en el tema?

 

Alberto José Silveira
Presidente de Luchemos por la Vida


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